jueves, 17 de junio de 2010

DESDE EL MAR VEO MI CASA

Desde el mar veo mi casa,
cuando estoy nadando
entre las olas o las calmas
miro hacia el norte para ver su fachada,
busco las ventanas y el balcón
por ver si te asomas.

Luego en la playa
tumbado en la cálida arena
mientras leo poemas ajenos
y el sol deja sobre mi piel su pátina
vuelvo a mirar las ventanas y el balcón
por ver si te asomas.

Yo entre el mar y la arena
tú en el interior con tus cosas,
vuelvo a mirar y no sales,
recojo la toalla, las gafas y el libro,
me siento en el borde
y mientras limpio de mis pies la arena
miro hacia arriba
hacia el balcón y las ventanas
pero tú no te asomas.

Subo y ya dentro descubro
sobre la mesa una nota
para justificar tu ausencia.




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miércoles, 2 de junio de 2010

BAJOS VUELOS

















Esta tarde vuelan bajo los aviones,
primero sobre el extraño comezón
que envuelve mi testa abolladura,
rozando sus blancas panzas después
por encima de la piel del delta
donde desemboca sucia la riera.

Bach en sus acordes les incita,
y el lúbrico desfile de apolos, escupidos
en gimnasios que el invierno esconde,
inquieta sus tímidos aleteos
ante el brillo del sudor en la piel
que no en el mármol de los templos.

Vuelan bajo esta tarde los aviones,
atrapan el barro blando de la orilla
para subirlo a los aleros del sueño,
pero este desazón de la azotea
continúa tan real como la música
y las huellas de mis pies en la ribera.





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