martes, 12 de mayo de 2009

No son golondrinas

No son golondrinas sino aviones
los que dibujan esas curvas
sobre mi cabeza cada primavera.
Aviones de blanca panza
bajo el negro azul del cielo.

No son golondrinas
los pasajeros de esos viajes
donde pierdo la maleta,
el transporte, o el tiempo,
minutos antes de que empiece
la vida después del sueño.





Río

Capricho intermitente de abril
luces y sombras se suceden en duelo
un negro de manieristas dimensiones
fluye por el río de crecido caudal
ávida la piel de nueva primavera
crecen rojas cerezas como amapolas.

Se distancian las tormentas mil
que oscurecen esporádicamente al cielo
vuelan bajo los fieros aviones
desafiando al aguacero inmortal
saben que no es suficiente el calor
para derretir tanto hielo.

Interminable otra vez el torrente
vidas que fluyen en dos direcciones
resucitan al río de color renovado
trinos ajenos que palpitan a coro
recuerdan la vida aliento y dolor
despliego alas y te alejas del suelo.